| Amir Thaleb Life.com | El 31 de julio de 1994 llegó el amor a mi vida, pero yo no me había dado cuenta. Todo comenzó con el desenfreno y la pasión de toda relación que se inicia, en mi afán de cambio y sin ninguna resistencia, dejaba lugar en mi placard para su ropa, su toalla, su cepillo de dientes, su lugar en la cama y dos platos para la cena en lugar de uno como hasta ese momento. Quizás en el fondo, con la idea rondando de que eso se iba a terminar en cualquier momento, como todo, como siempre. Pero eso no ocurría. Tardé cinco meses en caer en la cuenta de que estaba en pareja, y un poco más en asumir ese compromiso. Si bien estaba feliz por lo que me estaba ocurriendo, me aterrorizaba la idea de abrir mi corazón y no salir lastimado.
Ojalá existiera una escuela del amor, aprender a amar es un trabajo duro y difícil, pero también de satisfacción y alegría. El amor nos eleva y nos hunde, nos da gloria y fracaso, nos libera y nos esclaviza, nos hace reír y llorar, el amor es todo eso y algo más siempre por venir…
Khalil Gibran dice: | “Cuando el amor llame a tu puerta seguidlo, aunque la espada escondida entre sus alas te hiera”. |
|
| | |