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Amir Thaleb Life.com |
Pero de todos modos me di el gusto y hasta inclusive grabé una canción en
árabe, que escondí tan bien que luego jamás pude encontrarla, ni
siquiera para divertirme solo.
Amo cocinar, de hecho hice media carrera de Chef Profesional. No pude
terminarla. La cocina es mi gran terapia, no importa la hora y los pocos
elementos que pueda tener, con lo que sea armo un gran plato. Es una habilidad
que poseemos todos en la familia. En cada viaje que realizo siempre me compro
algo más para mi cocina, me encanta comprar todo tipo de utensilios e idioteces.
Retornando a aquella época, empecé a festejar mis cumpleaños con mis amigos pero
sólo por el hecho de cocinarles. Me la pasaba cocinando para amigos y
familiares. Siempre deposité mucho tiempo y mucho amor en la cocina. Aún
viviendo solo jamás me refugié en ningún restaurante, de hecho cocinaba todos
los días y hasta me gustaba dejar preparada la comida para toda la semana.
Una buena copa de vino blanco, música y a la cocina… Recuerdo, en una
oportunidad, una amiga que vino a visitarme y charlábamos mientras yo cocinaba,
me preguntó: |
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De vuelta a
casa |
“¿Tienes gente a cenar?”
“No” - respondí.
“¿Y toda esa comida?”
“Es para mí.” - le dije.
“Guauu, yo jamás cocino nada para mí.”
“Siempre me gustó agasajarme en la comida, no tengo pereza, me encanta
alimentarme y como buen hijo de árabe, me encanta comer.”
Ella continuo: “Vos tenés idea el valor que tiene el hecho de dedicar tanto
tiempo en cocinarle a alguien. Tenés idea el valor que tiene que alguien se tome
el tiempo y el trabajo en hacerlo. Tenés idea de cuánto amor uno deposita en
cada plato que prepara”.
“Guauuu” - dije yo, nunca me lo había planteado así. |
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