|
Amir Thaleb Life.com |
Eso era yo, eso es lo que recuerdo y eso es lo que veo en cada
video de la época, un Amir, que bailaba a mil por horas, acelerado, agresivo,
desbordante de energía mal canalizada, devorador, sin pausa alguna, sin paz,
sin armonía. ¡Un volcán amurallado en si mismo!
Dicen que uno no llegó a los libros, sino ellos son los que llegan a uno de
acuerdo al estado en el que te encuentras. Así llegó mi primer libro de
metafísica a mis manos. Al principio, mucho no entendía pero había algo que me
conectaba más allá de mi mismo y devoraba el libro como perro hambriento y
sediento. Y de tanto hurgar en sus páginas, comencé a encontrar muchas
respuestas a mi existencia, a mis dudas, a mis temores y a trazar muy pero muy
lentamente, un nuevo mapa en mi interior. Pude aclararme muchas dudas y hubieron
conceptos que aún hoy permanecen grabados a fuego en mi mente y en mi corazón:
“Como es arriba, es abajo. Como es por dentro es por fuera”, pude entenderlo en
ese momento y aún más con el correr de los años. “Tropezarás con una misma
piedra tantas veces sea necesario hasta que finalmente aprendas la lección y así
desaparecerá esa piedra de tu camino”. Hoy siempre les digo a mis alumnas:
“Como somos bailamos, por eso es importante ser mejor humano cada día para hacer
mejor y más humano a nuestro artista”. |
|
|
De vuelta a
casa |
Los conceptos metafísicos abrieron un nuevo panorama en
mi mente y en mi corazón. Mi visión de las cosas fue cambiando, me sirvió
para valorar cada lágrima, cada trago amargo, ya que de ellos dependió mi
crecimiento. Me compadecí de aquellos que nunca les pasó nada en la vida, de
aquellos que nada los emociona, de aquellos que nada los hace llorar, porque
justamente en la profundidad del llanto estará luego la profundidad de la
risa, y en aquellas profundidades radica la plenitud y la honradez de la
vida misma. Honrar la vida, de eso se trata, buceando en los mares de las
propias profundidades. Pero ojo, hay que atreverse, y ese atreverse también
es parte de un gran proceso!!!!!
Continué mi vida de la mejor manera posible, desconocía bastante el rumbo a
seguir, traté de relajarme, continué persiguiendo mis propios sueños y metas,
pero esta vez con un detalle, sin abandonar mi propia persona. Necesitaba hacer
cosas personales, satisfacer de alguna manera a ese Amir que tanto tiempo había
abandonado. Me anoté en un curso de canto, tenía ganas de cantar, fue
divertido pero comprendí que así como la vida me había dado el don de la
danza no pasaba lo mismo con mi voz... ¡Qué horror! Me hubiese encantado
tener una linda voz y poder cantar pero no fui congratulado con eso en la vida. |
|
| |