| Amir Thaleb Life.com | quisimos ser y eso es lo que cuenta hoy y siempre. Fuimos todo o nada. No hubo medias tintas, lo fuimos todo bailando y cuando sentimos que ya no podía ser así emprendimos un nuevo viaje, pero sepadarados, con el feliz recuerdo del mejor baile.
En diez años hicimos un montón de obras juntos, siempre como pareja estelar de baile, en los mejores teatros, en muchos lugares del interior y en Miami, donde estrenamos bailando el mejor dueto de nuestras carreras juntos: “Infinito”, donde se logró plasmar la mejor foto de danza juntos.
Con Vero no existió la palabra egoísmo, no tuve secretos, supimos todo de cada uno, nos contábamos todo, salíamos a comer solos y nos poníamos al día. En cada viaje fueron infaltables los regalos para ella y en mis cumpleaños me llenaba de regalos.
Jamás un maestro les da armas a sus alumnos para que fracasen –error de los envidiosos– uno da todo para que ellos encuentren su propio camino, triunfen y sean siempre los mejores. Como a los hijos, obvio, duele verlos partir, pero es la ley de la vida, así debe ser. |
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| Saida y yo... | | | Como maestro le di todo, mi más profundo acto de amor. Como compañero de baile, gozo pleno; y como amigo, tengo el recuerdo de una amistad plena e intensa y mi profundo deseo de que siempre sea feliz. Fueron diez años de amistad profunda y de baile elevado que siempre guardaré en un lugar muy profundo y el más especial de mi corazón. | | |
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