|
Amir Thaleb Life.com |
Salieron primero las chicas. Abrieron con un baile muy dinámico,
con unos hermosos trajes, estilo túnicas griegas por arriba de la rodilla,
combinados con accesorios
dorados muy bonitos. Pobrecitas... Les gritaban tantas barbaridades,
que por más que se esforzaran en poner sus mejores rostros, era
imposible aguantarse
tantas barbaridades juntas. Debajo del escenario estaba yo, sufriendo como una madre, tanto por ellas como por mí, ya
que se acercaba el
momento en el que debía salir y estaba... ¡Aterrorizado!!!
Respiré hondo y salí lanzándome a las bestias. Nunca en mi vida, me
gritaron tantas veces "puto" como esa noche. Pero eso no fue lo
peor... Para mi
desgracia, la parte delantera del escenario estaba hecho de
aglomerado y cuando fui a bailar a ese sector, se rompió y quede
colgado con las patitas al aire,
enganchado de las axilas, no podía bajar ni salir de ese
agujero.
Me recompuse como pude, salí, terminamos el baile y decidimos no
seguir con el programa.
Lo bueno de toda esta experiencia es poder
matarme de risa cada
vez que la recuerdo. |
|
|
|
Llegando a Buenos Aires. |
Qué ocurrió o dejó de pasar entre mi padre y los organizadores
por nuestro abandono escénico, no lo sé, pero fue realmente muy liberador
haberse sacado el
traje de encima esa noche.
El mejor recuerdo de esa experiencia, ha sido ver la
felicidad de mi hermana Rosana, elegida como la Reina de la Primavera de la
Ciudad Canguro. Eso nos alegró mucho. Pero, haber quedado colgado del escenario,
fue en realidad lo mejor de esa experiencia, ja ja ja...
A partir de ahí, fue difícil mantener unida a la compañía.
A mí se me
hacía cada vez más complicado viajar a Mar del Plata y ensayar con ellas. Y al poco
tiempo, cada una comenzó a tomar su propio camino.
Me dio mucho gusto, cuando en
mi gira por Canadá en el año 2004, viajó de Toronto a Montreal para
verme, una de las ex integrantes de ese grupo, Mónica, sólo para saludarme,
después de tantos años. Esto me emocionó muchísimo.
|
|
| |